Mostrando las entradas con la etiqueta Dios. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Dios. Mostrar todas las entradas

domingo, 15 de enero de 2023

¿Buscas a tu “media naranja”?

Autora: Diana Ortega

¿Estás buscando a tu “media naranja”? La única media naranja que deberías estar buscando es la que dejaste en la cocina para prepararte un buen jugo.

Generalmente nos desesperamos buscando la otra “media naranja”; la que hace alusión a estar incompletos hasta que conocemos a “la persona” con la que hemos sido destinados a estar desde el inicio de los tiempos. Pero esa, es una concepción del hombre, que ha rondado mentes y corazones a lo largo de nuestra historia, y que ahora está presente de manera distorsionada en nuestra sociedad, como un reflejo de un mundo que busca incansablemente llenar aquel vacío del corazón, pero que no logra determinar qué es exactamente lo que le hace falta.

C.S. Lewis, en su libro Mero Cristianismo dice: “Si encuentro en mí mismo un deseo que nada de este mundo puede satisfacer, la explicación más probable es que fui hecho para otro mundo. Si ninguno de mis placeres terrenales lo satisface, eso no demuestra que el universo es un fraude. Probablemente los placeres terrenales nunca estuvieron destinados a satisfacerlos, sino sólo a excitarlos, a sugerir lo auténtico.”

El hombre fue creado por amor y para amar. Somos un don, un regalo que se da a los demás y estamos llamados a la santidad a través de nuestra vocación. Pero a quien necesitamos por sobre todo es a Dios, y hasta que no estemos con Él, nada en este mundo nos podrá satisfacer.

Muchas veces podemos confundirnos y pensar que en vez de Dios es el amor de una pareja lo que nos hará felices. Luego, cuando vienen las discrepancias, los malos entendidos y las dificultades; aquella ilusión del amor perfecto se acaba y terminamos pensando que quizás todo pasa porque esa no era “la persona indicada”. Y en lugar de revisar en nosotros lo que se puede cambiar y mejorar para llevar una relación de manera correcta con la guía de Dios, empezamos a buscar una utopía en otro lugar.

Debo confesar que me encantan las comedias románticas. Pero últimamente, me he vuelto un poco más analítica del mensaje que transmiten. Hay algunas que contienen conceptos rescatables. Lastimosamente, la gran mayoría muestra el amor con percepciones deformadas y erróneas. 

Es verdad que cuando veo aquellas escenas dulces me emociono ¿A quién no le gusta recibir lindos detalles? A mí sí. Es muy bonito pensar que alguien ha dedicado de su tiempo a preparar algo especialmente para ti.

Pero considero aún más importante lo que viene después de aquella fase inicial, y es el seguir conociéndose. No vamos a encontrar personas perfectas, ninguno de nosotros lo es. Por eso es necesario dejar de idealizar al otro, y más bien preguntarse si se aceptan tal y como son.

Es el tiempo de ser honestos, de hacer preguntas cruciales que te ayuden a saber si ambos están yendo en la misma dirección y quieren formar juntos un plan de vida. Si conociendo sus virtudes y defectos han tomado la firme decisión de amarse.

¿Comparten la misma fe? ¿Comparten valores? ¿Quieren tener hijos? ¿Cuántos hijos? ¿Dónde van vivir? ¿Cuáles son sus aspiraciones profesionales? Habrá un montón de preguntas que cada uno quiera hacer, esto es fundamental. Porque de lo contrario, si nos dejamos llevar por el romanticismo que nos vende el mundo, podemos llegar al matrimonio confundiendo amor con cualquier otra cosa.

La pareja está para complementarse y no para completarse. Son dos palabras muy parecidas pero que tienen significados diferentes. Ninguna persona puede completarte, porque solo Dios es capaz de llenar en ti lo que falte.

Por eso, busca primero a Dios y hazle partícipe de las decisiones en tu vida. Nadie mejor que Él podrá guiarte para que al conocer a alguien no te pierdas en criterios superficiales, sino más bien que analices y atesores lo verdaderamente importante. Aquellas cualidades únicas que se complementarán con las tuyas, una misma fe, valores y principios. Una relación basada en verdadero amor, aquel que busca la felicidad del otro y le motiva a crecer, para que lleguen juntos a la santidad a través del matrimonio.

Puede ser que el tiempo o las circunstancias parezcan ir en contra, o que recibas constantemente comentarios imprudentes sobre tu soltería y eso te llegue a desesperar. Pero si ya le has entregado a Dios los anhelos de tu corazón, aguarda en Él. Dale el control y Dios siempre te concederá lo mejor para ti. 

sábado, 7 de enero de 2023

Dios nunca pone en tu corazón un deseo que no quiera cumplir

Autora: Rebeca Franco

Cuando tenía 9 o 10 años descubrí que me gustaba mucho cantar y empecé a sentir que lo hacía bien, sin embargo siempre cantaba con un volumen de voz muy bajito, casi imperceptible, me apartaba para cantar y casi nadie sabía de mi afición mucho menos que me salía bien.

Formé parte  de coros  en la escuela pero nunca de solista, me daba mucha vergüenza, solo el hecho de pensar cantar sola y que todos me escuchen me llenaba de nervios, ni siquiera en mi familia conocían mi voz, pero cuando uno tiene un don así, todo su corazón le pide mostrarlo le pide expresarse, pero el miedo no me dejaba, temía no ser tan buena como pensaba.

Me tomó tiempo hasta que fui mostrando en mi casa y a ciertas amistades mi voz al cantar, como recibí buenos comentarios me animé a participar de festivales de canto en mi colegio, pero me ponía tan nerviosa que no podía hacerlo bien, la voz me temblaba y nunca podía entonar la canción como había practicado, y aunque me iba abriendo, mi voz seguía siendo un secreto, seguía siendo algo escondido para muchas personas.

Mis padres han pertenecido a la Comunidad Tierra Santa desde antes que yo naciera, y mi Papá siempre ha formado parte del ministerio de música tocando la guitarra y cantando, así que definitivamente uno de mis muchos sueños con la música era formar parte del ministerio también; pero con mi poca seguridad al cantar, este sueño se veía cada vez más lejano e irreal, y lo fui olvidando. Me enfoqué en seguir participando en concursos de talentos, incluso me inscribí a uno intercolegial y no me fue tan mal, iba perdiendo el miedo, pero nunca lograba ganar y mi hambre de cantar nunca estaba saciada, sentía que nadie me veía ni escuchaba como quería ser escuchada. Dejé por un momento los concursos, pero nunca dejé de cantar, practicaba en mi habitación cualquier canción que me gustara, imprimía las letras y las cantaba una y otra vez, y sinceramente pensé que debía cambiar de sueño, después de todo tampoco es que quería ser cantante ni nada, solo quería cantar libremente y con propósito.

En 2015 hice mi compromiso con Baluarte, el grupo de universitarios de la Comunidad Tierra Santa. Entré porqué sentí fuertemente que Dios me llamaba a servir. Nunca hubiera imaginado lo que había preparado para mí, cuando me indicaron el ministerio del que formaría parte era justo el de música. No me sentía nada lista, aún tenía mucho miedo, pero quería hacerlo bien. Iba a todos los ensayos, seguía todas las indicaciones y me aprendía las canciones, al principio lo hacía con nervios, quería sonar bien, pero poco a poco Dios me fue transformando, me fue liberando y me mostró por fin el propósito de ese don que Él me había regalado; no era para lucirme, porque yo podría fallar, era para lucirlo a Él, porque él no falla, era para transmitir su mensaje. 

Siempre me habían criticado por no transmitir ningún sentimiento cuando cantaba, hasta que le canté a Dios y todas las cosas hermosas que Él continuamente estuvo haciendo en mi interior, finalmente pudieron ser transmitidas. Aún sin merecerlo empecé a recibir elogios y cumplidos de los demás, que más que necesitarlos para mi propia validación sirvieron para demostrarme que Dios tenía desde siempre un propósito con mi voz, en poco tiempo pasé a formar parte del ministerio de Música de la Comunidad, a cantar con mi papá y mi hermana, cada oportunidad de cantar ya sea en un retiro, asamblea o en vigilias es una prueba de la fidelidad y del amor de Dios.

Dios ya había soñado con mi canto y en cómo usarlo, solo me estaba haciendo fuerte, me estaba enamorando de ÉL, para que cuando cante pueda dar a conocer eso, todo su amor, toda su ternura y suavidad, que todas estas cosas puedan verse reflejada a través de mí y que las personas que me escuchen puedan abrir su corazón y sentir un poco de su amor. En ningún momento ha sido por mis fuerzas o por mi habilidad, lo que Él ha puesto es solo suyo y yo soy un instrumento. Muchas veces también me ha permitido experimentar silencio con mi voz de hecho el año pasado (2022) tuve una temporada sin cantar por complicaciones de salud en mi garganta, estos tiempos suelen ser difíciles para mí pero cuando Él me restaura y puedo volver a cantar me siento plenamente feliz.

Dios nunca pone en tu corazón un deseo que no quiera cumplir, Él se encarga de cuidarlo, de cultivarlo, y si lo dejamos, a su debido tiempo nos hará ver los frutos. El cantar para Dios ha sido y es una de mis más grandes realizaciones, aún tengo sueños con respecto a esto, pero también tengo la certeza y la convicción de que será Dios quien me ayude a cumplirlos, y siempre será para darle a Él toda la Gloria.

martes, 13 de septiembre de 2022

La historia de mi redención

Autor: Galo Cobos

Te contaré una historia... es la historia de mi redención

Crecí toda la vida en una escuela y colegio católico (Creía en Dios, pero no tenía una relación personal con Él). En el 2013, con 20 años, mis padres estaban pasando por problemas en su vida matrimonial. Empezaron a vivir en habitaciones separadas (A mí me tocó compartir habitación con mi papá). Él estaba con mucho dolor en su corazón, tanto que llegaba a buscar el cigarrillo para aliviar su dolor. Mi tío le recomendó un programa cristiano, que era de un pastor evangélico. Cierto día, cuando regresaba a casa tarde y cansado, encontré a mi papá escuchando la prédica del pastor y entonces escuché una palabra que el pastor dijo que llamó mucho mi atención en ese momento, tanto así que me quedé “enganchado” con la prédica, no me importaba el cansancio, yo quería seguir escuchando lo que él decía. En ese momento estaba aconteciendo mi conversión… Jesús se me reveló por medio de la prédica de un pastor evangélico (Conocí a Jesús Verbo, se me reveló la Palabra de Dios).

A partir de ese momento todas las noches llegaba de la universidad a seguir escuchando junto a mi papá la prédica de ese Pastor (Qué bonito, mi conversión y la de mi papá acontecieron simultáneamente).

Pasaron los días y, una noche, cuando se terminó la prédica, antes de dormir, empecé a orar por primera vez. Los primeros días solo rezaba el Padre Nuestro, pues no sabía orar. En una ocasión, después de rezar el Padre Nuestro, terminé diciéndole al Señor: “Señor, no te conozco, quiero conocerte…” Esa fue mi oración por varios días, y en lo posterior esta se volvió más prolongada y espontánea (El Espíritu Santo me enseñó a orar).

Pasaron meses y en una ocasión que estaba en momento de oración (Esto si no lo puedo asegurar, no recuerdo si pasó así, solo Dios sabe) le pedí a Jesús que me diera amigos que también lo conociesen. Era 2014, y ya había pasado un año desde mi conversión y recibí un mensaje de un amigo del colegio invitándome a un retiro, el cual acepté; pero hubo algo que me hizo cambiar de parecer. Luego me sentí mal por haber faltado a mi palabra (Y porque mi amigo me había pagado el retiro), entonces le dije a este amigo que me avisara cuando hubiese otra actividad para ir. La siguiente actividad fue una asamblea de oración, y me bastó asistir esa vez para enamorarme de lo que se vivía allí (Jesús estaba respondiendo mi oración y me dio amigos que estaban ya viviendo una vida con Él).

Este grupo al que asistí se llama Baluarte (Grupo Católico para jóvenes en edad universitaria, en Guayaquil). Continué asistiendo a las actividades y te resumo lo más importante que pasó en esos años:

2015: Asistí al retiro (CNVC - Curso Nueva Vida en Cristo) e hice compromiso de servir a Dios junto con mis hermanos de Baluarte.
2016: Me invitaron a conocer la comunidad a la que pertenece Baluarte (Comunidad Tierra Santa: Una comunidad conformada por familias y jóvenes solteros). Este periodo de conocer la comunidad y el estilo de vida comunitario se le conoce como “Concurrencia”.

2017: Hice mi alianza inicial (Compromiso inicial) con Dios y mis hermanos de Comunidad Tierra Santa.

2018: El Señor me invita a discernir mi vocación… (Este momento marca un punto muy importante en la historia de mi redención, tanto así que dedicaré otro post para continuar contándote que pasó. 

 

Hazme aquella que a mi parecer es más hermosa que mi ser

Autora: Rebeca Franco Roca

Parece tan extraño pensar que Dios puede hablarnos a través de una película en la misma sala de cine o en una noche cualquiera, como también en una salida familiar común y corriente; como si fuera a buscarnos en lo cotidiano, en lo más humano que pudiésemos hacer. Sin embargo, sí ocurre y en mi caso requirió una constante búsqueda, estar completamente atenta a esas señales, esos momentos donde Dios habla y lo hace con tanta claridad que llena nuestro corazón. A mis trece años comencé a sentirlas, pues desde el inicio de mi adolescencia mi corazón sentía tristeza porque pensaba que no tenía belleza física y que ningún hombre se enamoraría de mí. Por el contrario, me sentía muy segura de mi corazón, sabía que Jesús estaba dentro de mí y eso me haría hermosa para los ojos de alguien. Amaba quien era por dentro, aun así, me molestaba la persona que veía en el espejo.

Esta vivencia fue el punto de partida para empezar a hablar con Dios de una manera más personal y contarle dónde me dolía. Y como Él es misericordioso, no tardó en responder. A veces era por medio de una carta, en la frase de un libro, o en otras ocasiones alguien me decía: eres hermosa, eres la obra maestra de Dios. Recibir estos mensajes fueron borrando la tristeza de mi corazón y Él venía sanando mucho en mí para entender el mensaje que escuché en el 2010 en la película “Las Crónicas de Narnia: la Travesía del Viajero del Alba”. Me identifiqué con un personaje que mostraba inseguridad que deseaba tener la belleza de alguien más. En una de las escenas, ella tiene la oportunidad de rechazar su propio aspecto para conseguir aquel que a su parecer es más bello que su ser, sin embargo, al final comprende que debe ser ella tal y cómo es. El rodaje tiene muchos simbolismos con el cristianismo y el que me ayudó a reflexionar es la escena “de un león llamado Aslan que representa a Jesús y a pesar de ser un poderoso y feroz, es paciente, fiel y amoroso con sus amigos. Esta es la escena dónde ella se da cuenta de su error y que no debe desear otra belleza, que no dude de su valor”. En ese momento sentí en mi corazón que aquellas palabras eran también para mí, yo también había deseado ser alguien diferente por querer verme diferente, pero mi familia no sería la misma sin mí y el plan que Jesús tiene conmigo, no sería posible si yo no fuera así, tal y como soy.

De esta forma, poco a poco y con mucho amor, Dios se llevó de mi corazón eso que me oprimía y me hacía esclava de cómo los demás me veían. Y no pasó mucho tiempo hasta que pude verme de verdad y entender que no estaba observando mi verdadero valor porque la belleza física es algo pasajero, lo que Dios hace en nuestro corazón dura para siempre

Mi Señor ha sido siempre paciente conmigo, Él es belleza en persona y nada de lo que salga de Él puede estar equivocado, sin embargo, casi siempre es indispensable pedirle nos ayude a vernos los que Él desea de nosotros y no sólo nuestro físico, como era mi caso. 

Dios siempre está hablando, buscando la manera de llamar nuestra atención, allí en lo que parece más rutinario, en los pequeños detalles y algunas veces puede llegar a usar hasta una película.

Amen

lunes, 5 de septiembre de 2022

El Amor de Dios es infinito

Autor: Johnny Castellanos

En el mes de marzo de 2019, el mismo día que iniciaba un viaje en familia, amanecí con dolor de oído, y por lo que me podría causar la presión del avión preferí que un médico me revisara. El me indicó que debía hacerme lavado de oídos y me puso unas gotas para que viajara con tranquilidad.

Al regreso, fuimos con mi esposa a la cita con la Doctora, y pensando que sería algo de rutina, nos encontramos con una sorpresa. La Doctora antes del procedimiento revisó la garganta y encontró una zona dura y de color negruzco, pues expresó con su rostro que algo estaba mal, y con tono firme dijo que seguramente se trataba de un cáncer, por lo que envió una serie de exámenes, cuyos resultados corroboraron el diagnóstico médico. Hoy puedo decir que para la Gloria de Dios entendí en ese momento por qué al recibir la noticia no sentí temor, pues Dios tenía un plan para mí. Nada pasa por gusto, todo tiene un para qué y es que El Señor me invitó a conocerlo en la vivencia de la FE frente al temor, justamente lo que dice el Salmo 91, también llamado el “Himno triunfal de la confianza”.

Desde ese día se inició una búsqueda incesante de un médico para que me operara y muchos se negaron por lo riesgoso que era esa parte del cuerpo humano. Aún, me lleno de emoción al retomar en mi pensamiento que Dios se hizo presente muchas veces durante todo el proceso porque solo un médico fue quien decidió tomar el riesgo de operar la zona del problema, aunque se corría el riesgo de que no volviera a pronunciar correctamente ni podría ingerir alimentos sin que estos se regresaran por las fosas nasales. Sin embargo, el amor de Dios es tan misericordioso que hoy pronuncio de forma correcta, pese a la reconstrucción del paladar.

Durante todo el proceso de lo narrado existió un suceso que no me lo podía explicar y es que yo sentía paz y yo no entendía de dónde provenía dicha Paz. Y así lo dice el libro de Isaías 26, 3 “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. No puedo dejar de mencionar otro momento tan fuerte que hoy luego de caminar en esta comunidad (Tierra Santa) he aprendido que se llama el Espíritu Santo. Me sucedió el día que debía ingresar al quirófano. Esa mañana me hacía tantas preguntas que no encontraba respuesta, pero, Dios me concedió un momento maravilloso al recibir en la habitación a un grupo de hermanos de la comunidad Tierra Santa, quienes fueron a orar y recuerdo tanto que sentí un calor y una paz interior y el líder del grupo me dijo que me sienta tranquilo que la oración tiene poder y que todo iba a salir bien. Realmente así fue, recuerdo que al estar consciente le pedí a mi esposa la biblia la tomé entre mis manos y la abracé y en mi interior le dije, Señor en ti confío.

Actualmente llevo tres años de controles trimestrales y gozo de salud estable, y solo me queda agradecer a Dios por el amor infinito que me tiene, ya que producto de este evento, he logrado entender que las circunstancias pasan para algo en mi caso he tenido una transformación en mi vida y siento que el señor me está preparando para servirle a él.

Finalmente, puedo decir que la situación vivida fue una bendición para mí porque logré encontrar lo que estuve buscando toda mi vida, y es conocer a Dios de cerca.

Amen


lunes, 29 de agosto de 2022

Desbloqueando el corazón

Autora: Andrea Avilés S.

"Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. 2 Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. 3 Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho. 4 Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí. 5 »Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada. 6 El que no permanece unido a mí, será echado fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el fuego. 7 »Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará. 8 En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos." Juan 15, 1-8

Hoy en día es mucho más evidente reconocer los espacios donde Dios no está presente, ya sea en las ideas acerca de la feminidad, en las leyes, en los contenidos que vemos y leemos, en los lugares donde trabajamos o estudiamos, etc. Así mismo, hay espacios en nuestro corazón donde Dios no habita totalmente. No lo dejamos por varias razones, porque no lo dejamos, no lo vemos, por miedo a entregarle algo que consideramos importante, porque estamos heridas y no queremos enfrentarnos al dolor o simplemente porque no queremos o pensamos que no estamos listas, pero, Dios quiere conquistar nuestro corazón todo el tiempo.

Hace más de 1 año, en medio de la pandemia y lejos de mi país, descubrí que existían áreas en mi vida que no estaban en orden y otras que estaban causando dolor en mí porque no me daba la oportunidad de sanar en el nombre de Jesús, pues me costaba mucho hacerlo, y sin embargo, luego de varios meses accedí a dejarlo entrar y permití que actúe en mi corazón.

“Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más.”

Es así como me he sentido en todo este tiempo, justamente “limpiándome”, “desbloqueando” todas las barreras que yo ponía para no dejar que entre en mí y de esta manera sentirme libre de amar y en esa medida abrazar el plan Él tiene conmigo.  Este proceso me ha servido para aprender que, si no estoy sostenida de Él, nada puedo Ser ni Hacer; y que si no lo dejo podarme como debe ser, no seré plenamente feliz y libre.

No es fácil abrirse ni confiar en un proceso que de alguna forma genere dolor, pero en medio de eso me ha servido recordar a quién le estoy dando mi corazón, entonces ¡Vale la pena hacerlo! No estamos solas, Jesús ha prometido quedarse y darnos más de lo que nos imaginamos, si abrimos nuestros sueños, planes, heridas, situaciones de pecado, etc. que llevamos en nuestro interior.

“Señor, quiero entregarte mi corazón y todo lo que hay en él, ayúdame a abrirme a ti y a tus planes, hazme nueva y habita eternamente en mí. Te pido la gracia para confiar en ti y enfrentar las áreas que quieres reconstruir. Gracias por tu amor y paciencia”.

Amén

 

Bibliografía:

Hechos de los Apóstoles 9, 26-31

1 Juan 3, 18-24


 

Mi Primera Alianza

Autor: José Orlando "Mayo de 1995 fue un mes lleno de significado para mi vida y la de mi esposa. Fue el momento en que, ya siendo miem...